

En muchos hospitales, por protocolo o en las inducciones, se tiende a inmovilizar a la mujer ya sea con el gotero de la oxitocina sintética o con el monitor.
Afortunadamente, cada vez es menos usual esta práctica, ya que los profesionales sanitarios se han dado cuenta de la importancia que tiene para un mejor desarrollo del parto, que la mujer sea libre para moverse durante la dilatación.
La pelvis parece un conjunto de huesos poco dispuestos a colaborar en el parto. Parecen soldados unos a otros y sin movimiento posible. Nada más lejos de la realidad. Si bien es cierto que en los huesos que conforman la pelvis no hay grandes articulaciones, si que existe un movimiento de ellos que facilitan en cierta manera que el bebé se deslice con mayor facilidad por el canal del parto.
El movimiento durante el parto es esencial para la mujer. Como ya hemos comentado, facilita la salida del feto por el canal del parto, pero también tiene grandes beneficios para la madre, que puede mitigar el dolor de las contracciones adoptando determinadas posiciones o realizando algunos movimientos.
Sería muy aconsejable que la mujer conociera esas posturas y movimientos antes de que llegara ese momento, de manera que los automatice y los pueda utilizar de manera natural según su cuerpo se lo vaya pidiendo. Eso es exactamente lo que hacemos en el método Laxmi, por un embarazo sin miedo, fácil y seguro. El cuerpo de las mujeres es sabio y él mejor que nadie sabe lo que necesita en cada momento.
Si hay un referente en nuestro país en lo que al nacimiento en movimiento y anatomía del parto se refiere, esa es Nuria Vives que, precisamente iniciará un curso especial sobre este tema próximamente.